Mi primer COSHCON: dolor, coraje y esperanza en Chicago

21 Nov 2025

Mi primer COSHCON: dolor, coraje y esperanza en Chicago

Tochtli Garcia

Antes de unirme a COSH Nacional a principios de este año, COSHCON era algo que solo conocía de lejos. Desde mi trabajo como consultor en el movimiento laboral de Nueva York, sabía que era una conferencia nacional, bilingüe e importante, donde se reunían trabajadores, organizadores y líderes de salud y seguridad, pero no dejaba de ser un concepto para mí, algo que otras personas vivían.

Todo cambió cuando entré a trabajar en COSH Nacional y me sumé al trabajo de construir COSHCON2025. Durante meses aprendí qué es realmente COSHCON revisando programas de años anteriores, leyendo descripciones de talleres, diseñando gráficos, preparando contenido bilingüe y creando publicaciones para redes sociales para dar vida a esta conferencia. Yo era parte del equipo, trabajando detrás de escena para construir un evento que nunca había visto en persona.

Y entonces llegó Chicago.
Al entrar al Student Center East de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Illinois Chicago, por fin entendí lo que había estado ayudando a construir. La energía se sentía de inmediato: viva, fuerte, multilingüe y, sin pedir disculpas, centrada en las personas trabajadoras. A dondequiera que miraba, trabajadores estaban liderando: en las consignas, en las historias, en los talleres, en el coraje que llenaba cada rincón del espacio.

COSHCON no era solo un evento. Era un movimiento respirando en tiempo real.

Una apertura con consignas, no con diapositivas
COSHCON2025 no empezó con un listado frío de anuncios logísticos. Empezó con una irrupción.

Antes del primer discurso, un grupo de egresados de la Academia de Liderazgo We Rise!, también conocidos como Risers, entró con carteles en inglés y en español y una consigna que se fue expandiendo por toda la sala:

“¡Sí se puede! ¡Sí se puede!”

Sus carteles decían cosas como:

  • “An injury to one is an injury to all”
  • “Organízate por el poder, organízate por la seguridad”
  • “Justice across borders, justice at work”
  • “Una muerte más por calor”
  • “Sin justicia no hay justicia laboral”
  • “Protege a trabajadores, no a las ganancias”

Yo ya había leído estos mensajes antes, pero ver a trabajadores llevarlos en sus manos, expresarlos con sus voces, y darles forma desde su propia experiencia vivida fue algo completamente distinto. Cambió la energía de inmediato. Esta no era una conferencia donde las personas trabajadoras eran simplemente parte del público. Las personas  trabajadoras eran autores, protagonistas, el centro de la narrativa que estábamos allí para construir de manera conjunta.

Como staff, yo ya conocía esas frases: las habíamos editado, formateado, cuidado las traducciones. Pero ver a las personas trabajadoras cargar esas palabras con su voz, su cuerpo y su historia fue otra cosa. Desde el inicio quedó claro que esta no es una conferencia donde las personas trabajadoras solo “escuchan”: aquí son autoras, protagonistas, el centro de todo.

“Cuestiona la normalización de la deshumanización”
Nuestra oradora principal de apertura fue Stacy Davis Gates, presidenta del Sindicato de Maestros de Chicago (Chicago Teachers Union). Habló sobre cómo el lenguaje se utiliza para borrar a las personas, especialmente a las comunidades inmigrantes, a las comunidades negras y a cualquiera a quien los empleadores o los políticos tratan como si fuera desechable.

Una parte que se me quedó grabada:

“Cuestiona la normalización de la deshumanización de las personas.
No normalices el lenguaje que repiten una y otra vez, y cuando alguien lo haga, pregúntale: ¿Qué significa eso? Deja que escuchen sus propias respuestas.”
— Stacy Davis Gates, Presidenta, Sindicato de Maestros de Chicago

A medida que avanzaba la conferencia, comencé a escuchar exactamente a qué se refería.
Trabajadores del sur de Florida compartieron cómo agencias temporales los mandan a trabajar todo el día bajo calor extremo y, al final, les “descuentan” tantas tarifas que se quedan sin pago.

Líderes de COSH en Mississippi hablaron de personas que, después de lesiones graves en el trabajo, pierden su compensación laboral después de 450 semanas y quedan a la deriva, sin apoyo.

Neoyorquinos relataron una redada violenta de ICE en una fábrica de barras de nutrición Cato, donde se negó el debido proceso y se arrancó a la gente de sus familias.

No son “casos”. Son vidas. Y las palabras que elegimos: “ilegal”, “no calificado”, “temporal”, pueden reforzar la deshumanización o cuestionarla. La invitación de Stacy a ponernos “socráticos” (preguntar “¿Qué significa eso?”) se sintió como una herramienta concreta para mi trabajo en organización y comunicación.

Ver a trabajadores “convertirse en esponjas”
Uno de los momentos que más se me quedó grabado vino de Martín Unzueta, fundador de Chicago Community and Workers’ Rights. Durante el almuerzo, mirando las filas de mesas llenas de trabajadores, dijo:

“La parte más poderosa de COSHCON es ver a las personas trabajadoras convertirse en esponjas, absorbiendo cada pedacito de conocimiento que puedan para proteger sus vidas y su futuro. Nosotros no empoderamos a las corporaciones; les damos a los trabajadores las herramientas que necesitan, porque son ellos quienes mantienen este país en funcionamiento y quienes deben entender sus derechos para seguir trabajando con dignidad y sin miedo.”
— Martin Unzueta, CEO y Fundador, Chicago Community and Workers’ Rights

Eso fue exactamente lo que sentí en COSHCON: un espacio donde las personas trabajadoras absorben herramientas concretas, no teoría abstracta.

En el taller “Sus Derechos, Su Poder: ejercer las protecciones de OSHA bajo una administración hostil”, la gente comparó quejas reales ante OSHA y practicó estrategias para organizarse más allá de la agencia cuando el sistema no responde.

En “Tools for Identifying Workplace Issues from a Health & Safety Lens”, los participantes mapearon peligros en cuerpos dibujados y planos de trabajo, poniendo nombre a lo que duele y conectándolo con el poder que produce esas condiciones.

En “Heat, Hazards and Health”  / “Calor, riesgos y salud” se habló de cómo responde el cuerpo al calor, cómo detectar los primeros síntomas de una enfermedad por calor y cómo exigir agua, sombra y descanso, no como un favor sino como un derecho.

Cada sesión se sentía como otro ladrillo en el muro que trabajadores están construyendo colectivamente para protegerse unos a otros.

Chicago como maestra: historia, redlining y resistencia
COSHCON2025 no solo ocurrió en Chicago; estuvo profundamente marcado por la ciudad.

Sherman “Dilla” Thomas, historiador urbano de Chicago, nos recordó que esta ciudad lleva mucho tiempo enfrentando la injusticia:

“Los bancos de Chicago le enseñaron al mundo cómo aplicar el redlining, pero el West Side de Chicago le enseñó al mundo cómo luchar y resistir. Cuando los sistemas nos fallan, esta ciudad se levanta, se une y construye algo mejor.”
— Sherman “Dilla” Thomas, Historiador Urbano de Chicago, Trabajador cultural y activista sindical.

Escuchando a Dilla, entendí COSHCON de otra manera. Chicago es el lugar donde se formó el primer grupo COSH en 1972, y ahora estábamos de regreso en la UIC, en una ciudad que ha sido laboratorio tanto de explotación como de resistencia.

Salir del Student Center, con el aire de octubre en la cara después de un taller sobre historia del trabajo negro o defensa de trabajadores inmigrantes, se sentía como seguir tomando clase en las calles.

Redlining: término en inglés que se refiere a la práctica discriminatoria de negar préstamos, servicios o inversiones a ciertos vecindarios (generalmente comunidades negras o latina) simplemente por su composición racial o étnica.

Justicia de lenguaje como práctica, no como “extra”
Para mí, como persona que trabaja en comunicación bilingües, una de las cosas más poderosas de COSHCON fue ver la justicia de lenguaje como algo no negociable.
Desde el momento del registro y la entrega de equipos de interpretación en el tercer piso, quedaba claro: el español no era un añadido de último minuto. Estaba integrado en todo: plenarias, talleres, materiales impresos, diapositivas, descripciones de la expo, todo con un cuidado real por la calidad y la consistencia en ambos idiomas.

He estado en eventos donde el español se siente apurado o de “segunda clase”. COSHCON2025 fue diferente. La gente no tenía que pelear por su idioma ni preguntar “¿esto sí se va a traducir?”. Esa dignidad importa. Cambia quién siente que el espacio le pertenece.

Talleres, Expo y el futuro del movimiento
COSHCON es intenso en el mejor sentido: tres días de talleres, sesiones estratégicas y una Expo llena de energía que te da un vistazo al movimiento más amplio. 
En la Expo en COSHCON2025 podías tomar un pasaporte y visitar entre otras mesas de:
 

  • La Campaña por un Trabajo Saludable, apoyando a organizaciones a enfrentar el estrés laboral
  • FarmSTAND, desafiando la explotación en el sistema alimentario
  • El proyecto Nonechka de Polaris, usando tecnología móvil para llegar a trabajadorxs agrícolas migrantes
  • Ethix Merch, mostrando cómo hasta una playera puede alinearse con economías centradas en las personas trabajadoras

El jueves, la sesión de pósters convirtió los pasillos en una ventana al futuro: estudiantes y defensores presentando investigaciones sobre riesgos químicos, estándares de calor, nuevas formas de educación obrera y más. La gente se detenía, hacía preguntas, daba retroalimentación. Se podía sentir a la próxima generación del movimiento tomando forma frente a nosotros.

Sostenidos por una comunidad: UIC y la hospitalidad de Chicago
La colaboración con la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Illinois Chicago fue mucho más que una línea en el programa.

Las instalaciones hicieron posible un evento grande, bilingüe y con múltiples pistas de talleres. El personal y voluntariado ayudaban a la gente a moverse del hotel al transporte y de sala en sala, siempre con paciencia y calidez. Detrás de cada sesión hay mucho trabajo invisible para que cada persona se sintiera segura, respetada y con suficiente confianza como para compartir historias dolorosas.

Salir con más que apuntes
Cuando COSHCON2025 cerró con las últimas reflexiones, pensé en esa primera consigna: “¡Sí se puede!”.

En tres días vi convivir el dolor y el coraje: personas que han perdido compañeros por el calor, por lesiones, por violencia; gente que ha sido allanada, deportada, despedida o abandonada sin compensación. Y aun así, ahí estaban: organizando, soñando, construyendo algo mejor en colectivo.

COSHCON sucede cada dos años, pero el trabajo que alimenta ocurre todos los días: en los centros de trabajo, en los centros de trabajadores, en las mesas de la cocina, en los sindicatos, en grupos de WhatsApp, en reuniones de organización.

Para mí, como alguien que vivió su primer COSHCON detrás de escena y como nuevo miembro del equipo de COSH Nacional, COSHCON2025 fue un recordatorio de por qué este trabajo importa: no se trata de la logística ni del diseño de materiales, sino de defender la creencia simple y radical de que toda persona trabajadora debe poder ir a trabajar y regresar a casa viva, respetada y con su dignidad intacta.

Salí de Chicago cansado, conmovido y listo para tomar lo que aprendí y ponerlo en acción — para llevar las lecciones, las herramientas y los compromisos de trabajadores de regreso a nuestro trabajo diario. Y ya pensando en la próxima vez que podamos decirlo de manera conjunta, en un mismo espacio y en dos idiomas:

An injury to one is an injury to all.
Una lesión a uno, es una lesión a todos.